martes, 15 de noviembre de 2011

Noviembre será más cruel

Hace casi un año que vino dice que a verme y ya no siento nada al ver fotografías en las que sostiene a otra entre sus brazos de arena, porque yo siempre fui otra para aquel arquero tártaro y nunca fui más que esa isla en la que recalar, Madrid y habitaciones y noches que caen como gritos ahogados y nieva de pronto y vuelve áspera la piel pero ya no es ni será nunca lo mismo o quizá ni siquiera lo fue. Nunca. 
Aún no hace el suficiente frío para que apriete los dientes. 
Y ya no quedan Genets, ni rosas, ni efectos placebo: solo crujir de cristales. 
El fondo no es tan amargo.


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