domingo, 1 de agosto de 2010

Ruidos (II)

Mi hermanito sigue llorando.

Yo sólo quería que callara. Sólo que callara. Llora y llora y mamá dice que yo era igual a su edad pero yo no podía ser así tan pequeña y tan rosa y tan fea y llorando y llorando sin parar y la boca manchada de leche, qué asco, yo no podía eructar así ni chillar así ni oler así y yo sólo quería que se callara de una vez como cuando lo trajeron tan pequeñito y tan dulce dormidito y papá y mamá están en el cine y la vecina en el salón no para de reírse y no le oye pero yo sí y sigue llorando y huele mal y siempre fue así desde que llegó tan rosadito y tan dormidito.

Y yo sólo quería que callara. Por eso machaqué las pastillas de mamá y las metí toditas en el bote de la leche en polvo y vi cómo se la tragaba toda, cómo bajaba por el biberón hasta su boca rosa y manchada de leche y cómo eructaba después, pero tengo miedo, tengo miedo de que vuelvan y no les guste verle dormidito y callado al fin y por eso le agito el pie o la mano o la cara cada poco, no te duermas no te calles sigue llorando. Mi hermanito sigue llorando.

3 comentarios:

Beíta dijo...

Y callado estará.
Muy bueno, muy crudo.
;)

Anónimo dijo...

La forma de escribir casi sin puntos, con continuos "y" y con repeteciones... le da más realismo.Joder parece de verdad la cademas de pensamientos de un niño...

Anónimo dijo...

*perdón: la cadena de pensamientos