lunes, 6 de diciembre de 2010

Con tacto (I): tersuras

Toque, toque, sin miedo.

Suave, ¿verdad? Piel de una sola pieza. Y qué me dice del acabado.

Ya se lo dije por teléfono: ofrecemos, frente a otros, calidad. Y una artesanía exclusiva. El precio se encarece, claro. Y más ahora, en estos tiempos. Pero créame, merece la pena. Pero tóquela: qué piel. No va a encontrar jamás nada tan suave como esto.

El gran problema, sabe, siempre ha sido la materia prima que es precisamente nuestro sello. No hay apenas proveedores y es muy difícil entrar en el mercado. La gente aún es reacia, está demasiado acostumbrada a lo inmediato, al aquí y ahora, lo sabrá mejor que yo. La crisis estimula, dicen. Cuesta que una idea como ésta tenga éxito. Pero créame, luego ven el resultado y se vuelven locas. Todas van a querer uno.

Imagino lo que va a decirme. Ya lo sé, el proceso es demasiado largo, pero no nos queda más remedio. Intentamos abreviarlo en la medida de lo posible, pero no da el mismo resultado que con los nueve meses estipulados.

Toque, toque. Me juego lo que sea a que no ha tenido nunca nada igual entre sus manos.

¿Qué le parece?

3 comentarios:

Nevermind dijo...

...me vienen a la cabeza imágenes demasiado siniestras leyendo esto xD

Beíta dijo...

Demasiado realista...
"Todas van a querer uno" No sé si es algo disecado o un... p*n*

¡Ay... con la intriga me dejas!
;)

Ignacio dijo...

Este texto en concreto me ha gustado mucho, por el juego de conceptos con la piel