domingo, 20 de noviembre de 2011

Contaminación

No puede ocurrirnos nada de improviso porque ya hemos agotado cada futurible al infinito:  encuentros y roces que estallan en el momento álgido de esa canción, engranajes que de pronto encajan conversando en un garito. Hasta los tropiezos y caídas tienen en nuestra cabeza un rostro sin rasgos y una voz sin matices pero tienen rostro y voz; y sólo porque ya ha ocurrido en las ficciones engendradas y sólo por eso es menos probable por no decir imposible que ocurra y si ocurre no tendrá la magia de lo inesperado porque ya tenemos impresos a fuego los esquemas de actuación, los patrones, los roles y hasta los diálogos.
Lo hemos visto y leído tantas veces que sólo nos resta elegir una mejor banda sonora.

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