(A Francesca.)
Veo mi reflejo en tus lágrimas mientras giramos y giramos y me pregunto si [un desmayo, algo de sangre, un tercero, un final tonto] no será lo que les ocurre al final a todos, un cuento de borrachos que se beben [a Ginebras] tontos ciegos.
Y ahora que sólo giramos y giramos en esta noche sin fin y tú sólo lloras y roncas yo me sigo preguntando, primo inútil, si de verdad necesitaste el libro para atreverte a besarme.
2 comentarios:
Es como una escena en teatro: cargado de emoción que se desliza por la piel.
Que bello blog!
Gracias, Yeka ;).
Publicar un comentario